La fundación cisterciense del Monasterio de las Huelgas en el siglo XII, fuera de la ciudad de Bur- gos, genera en su entorno el pequeño barrio de Huelgas, cuya morfología en torno al monasterio se ha mantenido en buena parte hasta nuestros días, lo que supone un indudable valor urbano a mantener.
Esta doble relación se produce a través de la “calle larga de Huelgas” (anterior denominación de la actual calle Alfonso VIII), que recorre todo el recinto asociado al monasterio, en un itinerario claramente delimitado en su inicio y final por dos arcos. Por una parte, la relación con la ciudad se produce a través del Arco del Amparo, que es la entrada al barrio. Por otra parte, la relación con el Hospital del Rey se establece desde el Torreón del Compás, que a su vez es el arco de entrada al Compás de Adentro y al Compás de afuera, y al recinto ya propiamente asociado a la clausura del monasterio.
Ambos puntos de principio y final del recinto quedan unidos por la mencionada “calle larga”, en un atractivo recorrido sinuoso que se adapta de un modo muy natural a la tapia del monasterio y lo abraza en una disposición casi radial, cuyo centro podría ser el claustro monacal.
La actual pavimentación empedrada y tratamiento urbano de la calle Alfonso VIII deriva del proyecto del año 1946, que pretende dar importancia turística a este entorno “teniendo en cuenta el carácter semi rural del barrio…”, y de las obras de urbanización ejecutadas en 1968.
El barrio de Huelgas gravita en torno al Monasterio, protagonista indiscutible de la zona, que ha marcado durante siglos el crecimiento de la ciudad a su alrededor.
Este potente elemento de atracción, ha hecho que el caserío que crecía a su alrededor se orientase hacia él, generando una Calle Larga perimetral, en torno a la cual se han ido ubicando otros puntos de atracción o interés en el barrio, como son la iglesia, las zonas ajardinadas o pequeñas plazas o espacios de expansión del viario.
Esta configuración en arco, fue la que también definió la forma de discurrir del cauce molinar, hoy completamente desecado, recorriendo las traseras de todo el caserío perimetral.
Trabajamos sobre un entorno complejo en el que se pueden identificar dos sistemas de orden muy diferenciados. El regular ortogonal del interior del Monasterio, que establece sus propias reglas y ordena su crecimiento teniéndose en cuanta tan solo a si mismo y el orden del caserío tradicional, orientado de forma radial hacia el monasterio, mirando al centro de poder como protagonista de este espacio urbano, con un crecimiento de tipo orgánico.
De este organicismo deriva la forma de serpentina de esta Calle Larga, desde el Arco del Amparo, hasta el Arco del
Compás, con la llegada desde La Calzadilla a este recorrido, al que se incorpora de forma tangencial.
El proyecto busca preservar la identidad completa del conjunto, con un tratamiento unitario que potencie el itinerario peatonal desde la entrada al barrio por el Arco del Amparo hasta el torreón del Compás, como punto final del recorrido de acceso al monasterio.
Además, se pretende conseguir una calidad espacial y ambiental acorde con el entorno monumental y la importancia del monasterio de las Huelgas, para lo que se considera esencial una reducción importante del tráfico rodado y la eliminación completa del uso de aparcamiento.
Se diseña la nueva calle con un tratamiento uniforme de plataforma única, con un planteamiento de coexistencia, completamente accesible, en el que sea siempre preferente el tráfico peatonal.
La distribución de pavimentos es gradual, con elementos más duros junto a la edificación, pasando progresivamente a soluciones compositivas y materiales más blandas junto al Compás de Afuera y la tapia del monasterio.
Se complementa la dotación de arbolado en torno a la tapia del monasterio, prolongando la alineación de plátanos. Así, se genera un paseo sombreado desde el aparcamiento propuesto hasta el Arco del Compás de acceso al monasterio, pasando por todos los espacios estanciales sobre los que se interviene.
La materialidad de los diferentes pavimentos y soluciones utilizados parten de una interpretación de los materiales a diferentes escalas, desde el granito, masivo y formado por peqeueños minerales, pasando por pavimentos más fragmentados como el canto rodado, con diferentes tratamiento, al hormigón desactivado, con árido de pequeño tamaño.
El eje central de la calle conecta los dos arcos que suponen el inicio y el final del trayecto, y en dicho recorrido se producen diferentes situaciones urbanas que se resuelven con un diseño específico para cada caso, sin perder la identidad del proyecto en su conjunto, según se explica a continuación.
AU arquitectos + AJO taller
2022
Felix Escribano, Delia Izquierdo, Arantza Arrieta, Tomás Francés, Santiago Escribano, Jorge García, Ignacio Saiz y Carmen Francés