About This Project

casaME – Reforma de vivienda

Intervenir en edificios antiguos siempre supone un reto: estructuras antiguas, ocultas durante años y sin mantenimiento y distribuciones complejas, poco funcionales, más acordes a otra época, incluso a otra sociedad.

Esto nos encontramos al comenzar a trabajar en casaME: una vivienda con grandes estancias principales hacia las fachadas que daban paso a alcobas, por tanto, con un gran fondo, pero con, proporcionalmente, pocos frentes a fachada o incluso a patios.

Nuestros clientes requerían una vivienda funcional, en la que se minimizasen los espacios de circulación, permitiendo que la gran mayoría de la vivienda se configurase como un gran espacio de convivencia, procurando, eso sí una cierta flexibilidad y capacidad de división.

Planteamos una organización con una clara división de usos, manteniendo las estancias de día volcadas hacia la fachada sur, las de noche a la norte y en el centro una amplia banda de servicios, aunque asegurando una fuerte conexión de la cocina con ambas zonas, favoreciendo su apertura hacia las bandas de día.

Desde el zaguán de acceso se accede bien al despacho, o bien al espacio principal de la casa, en el que salón y comedor se configuran como un solo ámbito prácticamente diáfano, dividido únicamente por las estructuras de entramado y fábrica de ladrillo preexistentes. Además, una división móvil permite el paso entre salón y despacho, lo que posibilita bien segregar de forma puntual los usos o bien mantenerlos íntimamente interconectados.

La cocina hace las veces de gran distribuidor de la vivienda. Es el punto de paso obligado para acceder desde una zona de la vivienda a otra, de forma que desde ella se puede salir al espacio de salón comedor, al dormitorio principal, a los otros dos dormitorios a través de un pequeño distribuidor segregado, o a la lavandería, integrada en la propia cocina.

En el dormitorio principal, la antigua alcoba recoge ahora el programa de baño en suite y vestidor, manteniendo el dormitorio propiamente dicho hacia la fachada norte. El resto del programa de noche, se articula a través de un pequeño distribuidor al que se accede desde la cocina. Se compone de dos dormitorios con un cuarto de baño central que sirve a ambos.

En toda la vivienda se ha llevado a cabo un tratamiento de materiales y colores que aúna la integración de las estructuras antiguas y sus texturas, con panelados o paños de pintura que dan continuidad al discurso del proyecto.

Así, se han mantenido visibles las estructuras de carga en las crujías delanteras, además del forjado de madera y bovedillas al revoltón en el salón y despacho, con un tratamiento al natural o manteniendo las texturas pero incorporándoles tratamientos de color.

El zaguán de acceso se ha configurado, deliberadamente, como un espacio relativamente oscuro, desde el que diferentes huecos permiten visiones cruzadas o dan paso a espacios de mayor luminosidad, potenciando ese juego de llamadas.

Todo el programa de almacenamiento junto a la medianera se ha panelado, dándole continuidad, como una cinta que recoge tanto el salón como la banda derecha de la cocina, permitiendo además la integración de divisiones y circulaciones, escamoteando el acceso a la lavandería o un segundo acceso al aseo y vestidor del dormitorio principal.