Un baño forestal implica la visita a un bosque para relajarse y recrearse del ambiente de la naturaleza. Estos baños forestales fueron propuestos por primera vez en 1982. Ahora se han convertido en un reconocido método de relajación y actividad de gestión del estrés.
“Sólo se oye el crepitar de la hojarasca y el trino de pájaros. Se percibe la luz solar tamizada por las hojas y los rayos colándose entre el ramaje y las sombras de los troncos se prolongan a medida que avanza el día.”